Muestras - Curadurías

Mabel Rubli, Movimiento Continuo – Antológica, Centro Cultural Borges, mayo 2017

  • Alfredo Benavídez Bedoya
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“La emoción decide, la razón justifica”
Roberto Aguado, psicólogo.

Sin pretender llegar a la altura de textos críticos como los que han realizado Roberto Broullón, Fernando López Anaya, Rafael Squirru, Jorge Romero Brest, Osvaldo Svanascini, Jorge Taverna Irigoyen, Rosa María Ravera o Pelusa Borthwick acerca de la vasta obra de Mabel Rubli es que me he decidido a escribir.
Mi formación arquitectónica, inclinada básicamente hacia lo tecnológico-constructivo, no me lo permitiría.
Tampoco mi acercamiento hacia las letras generaría algo que ellos han expresado tan correctamente.
Así que sólo contaré una pequeña historia.
Algo que me remite a la noción de recuerdo. Que arma en mi mente una secuencia de imágenes vinculadas a las emociones.

La galería Empatía abrió sus puertas en 2005 con la exposición de María Juana Heras Velasco, escultora.
Una longilínea artista-grabadora, así se presentaba, acompañó las sucesivas muestras de mi proyecto.
En silencio.
Su nombre: Mabel Rubli.
Finalmente, en septiembre de 2009 advertí que su silencio era esperanza, que su silencio, no resignación sino pura convicción, me iban a permitir encontrarme con una artista de obra prolífica, audaz…magnífica.

Una casona en San Telmo fue el encuentro.
La puerta de chapa plegada color antióxido encerraba una intimidad poco común.
Mezcla de cotidianeidad de una casa de familia con taller gráfico.
Un espacio claro, poblado de señales que albergaban fragmentos de una búsqueda, de un itinerario intelectual que se nutría de innovaciones llamadas -por qué no decirlo- grabados. Y el asombro ante su delicada presencia y la explicación del sentido de la búsqueda apasionada de soluciones originales…de la renovación constante a través de la investigación libre de ataduras.
Todo bajo un clima de sugestión que culminaba en la actitud racional de Mabel Rubli hecha realidad en la obra.

Mabel Rubli se tomaba tiempos para “explicarme”.
Meditación, reflexión, replanteos formales estéticos.
Simbiosis entre grabados y poesía.
Importancia de la escritura…huellas de pérdidas.
Creación de planteos tridimensionales.
Combinaciones no habituales donde se entremezclaban el uso de la fotografía, la “salida” del marco tradicional, los papeles-grabados montados sobre soportes diversos, la digitalización incipiente.
Y la vuelta a la técnica tradicional: aguafuerte, aguatinta…el retorno al oficio.
Todo en ese interior de su mundo “casa-taller”… de su “oikos” (del griego hogar, coincidiendo con una de sus series).
Me fui llevándome la protección del calor de lo íntimo, de la sabiduría de su anterior silencio.
Al retornar a la galería cambié mi visión del grabado.
La función ”reproductiva” no era lo importante.
El grabado era esencialmente investigación incansable y apasionada. La resultante en la obra de la artista estaba garantizada.
El grabado argentino cuenta con una artista excepcional: Mabel Rubli.
Los invito a recorrer esta muestra casi antológica donde “la emoción decide y la razón justifica”.

Arq. Marcial Sarrías